La plasticidad cerebral es la capacidad que tiene el cerebro para cambiar, adaptarse y reorganizarse a lo largo de la vida, especialmente como respuesta a nuevas experiencias, aprendizajes o lesiones.
Esto significa que las conexiones entre las neuronas no son fijas; pueden fortalecerse, debilitarse o formarse nuevas conexiones para mejorar funciones cognitivas como la memoria, el aprendizaje o la recuperación después de un daño cerebral.